Versos

El nacimiento de Moisés

escrito por Moisés* en Éxodo 1:1-2:10, ~3 mins

1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron con Jacob en Egipto, cada uno con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 Todas las personas descendientes directos de Jacob fueron 70, pero José ya estaba en Egipto.

6 José murió, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Pero los hijos de Israel fueron fecundos y aumentaron grandemente. Se multiplicaron, y fueron aumentados y muy fortalecidos de tal manera que la tierra se llenó de ellos.

8 Entonces se levantó en Egipto un nuevo rey que no conoció a José. 9 Él dijo a su pueblo: Ciertamente el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y fuerte que nosotros. 10 Vamos, procedamos con astucia contra ellos, no sea que se multipliquen, y en el caso de una guerra, se unan también con los que nos aborrecen, luchen contra nosotros y se vayan de esta tierra.

11 Entonces les impusieron capataces de trabajos forzados para que los oprimieran con sus cargas. Así se edificaron las ciudades de almacenaje Pitón y Ramsés para Faraón. 12 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y esparcían, hasta que los egipcios sintieron aversión hacia los hijos de Israel. 13 Los egipcios obligaron con dureza a trabajar a los hijos de Israel. 14 Amargaron su vida con el duro trabajo de preparar arcilla y hacer ladrillos, con toda clase de labores del campo y trabajos que les imponían con rigor.

15 Entonces el rey de Egipto habló a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y la otra Fúa, 16 y dijo: Cuando asistan a las mujeres hebreas en sus partos, al observar en la silla de parto que es un hijo, mátenlo, y si es una hija, que viva.

17 Pero las parteras temieron a ʼElohim, y no hicieron según lo que el rey de Egipto les ordenó, sino dejaron vivir a los niños.

18 El rey egipcio llamó a las parteras y les dijo: ¿Por qué hacen esto de dejar vivir a los niños?

19 Las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias, pues son vigorosas y dan a luz antes que la partera llegue a ellas.

20 El pueblo se multiplicó y se fortaleció muchísimo. ʼElohim favoreció a las parteras. 21 Por haber temido las parteras a ʼElohim, Él les concedió familias a ellas.

22 Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo: Echen al Nilo a todo hijo que nazca, pero a toda hija sálvenle la vida.

2 Un varón del linaje de Leví tomó como esposa a una hija de Leví. 2 La esposa concibió y dio a luz un hijo. Al ver que era hermoso lo escondió tres meses. 3 Pero cuando no pudo ocultarlo más tiempo, tomó una cesta de juncos, la calafateó con asfalto y brea, acostó al niño en ella y la ubicó en el juncal a la orilla del Nilo. 4 Su hermana se colocó a lo lejos para ver qué le sucedería.

5 Entonces la hija de Faraón bajó al Nilo para bañarse. Mientras sus doncellas caminaban junto al Nilo, ella vio la cesta entre los juncos y envió a su esclava a recogerla. 6 Cuando la abrió ahí estaba el niño llorando. Tuvo compasión de él y dijo: ¡Éste es uno de los niños de los hebreos!

7 Entonces la hermana de Moisés le dijo a la hija de Faraón: ¿Quiere usted que llame a una madre de crianza de las hebreas para que le amamante este niño?

8 Y la hija de Faraón le respondió: Vé. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del niño.

9 La hija de Faraón le dijo: Lleva a este niño, amamántamelo y yo te pagaré tu salario.

Así que la mujer tomó al niño y lo amamantó. 10 El niño creció. Ella lo llevó a la hija de Faraón y fue hijo de ésta. Lo llamó Moisés: Porque lo saqué del agua.